bandoleros del Guadarrama

bandoleros del Guadarrama

HISTORIA DEL BANDOLERISMO EN ESPAÑA. 2ª Parte

   Sierras de Córdoba. Las montañas de Andalucía siempre fueron refugio de Bandoleros.

              En estos tiempos medievales tiene lugar otro tipo de bandolerismo peculiar. Es el que llevan a cabo, de forma similar a los misteriosos golfines, los conocidos como "malhechores feudales". Se trata de grandes grupos, casi pequeños ejércitos, que al servicio de un noble nutren sus filas en muchos casos de auténticos bandidos profesionales que ofrecen sus servicios a cambio de la protección que les ofrecían, en muchos casos en sus propias fortalezas y castillos, estos nobles que utilizaban esta fuerza para guerrear contra otros nobles, oponerse al rey o simplemente exprimir aún más a los campesinos. Este tipo de bandolerismo pervive como síntoma de un estado todavía débil y como reflejo de las disputas dinásticas que eran comunes en aquellos tiempos. La debilidad de las instituciones fomenta estos grupúsculos que pretendían mantener o crear su propio poder. La alianza entre bandidos y gentes poderosas es otra de las constantes a lo largo de la historia en este asunto del bandolerismo.


           Justamente es en esta época medieval, y como consecuencia de la acción de muchas de estas bandas, cuando surge una de las primeras instituciones dedicadas a combatir la inseguridad en caminos y despoblados. De esta manera, colmeneros de Talavera, Toledo y Ciudad Real (entonces Villa Real) se organizan para defender sus intereses en las famosas "Hermandades", antecedentes directas de aquella famosa Santa Hermandad que fundaran los Reyes Católicos.

La Santa Hermandad fue creada por estos señores

         
              El bandolerismo también ha sido relacionado con revueltas sociales. Así, se ha citado dentro de este fenómeno, a la rebelión de los Monfíes que tuvo su epicentro en la actual provincia de Granada. Se trata de un levantamiento iniciado hacia 1568 por parte de la población morisca, molesta al parecer por las condiciones en que vivían y el trato que recibían de las autoridades cristianas, conflicto localizado fundamentalmente en las zonas más montañosas de la comarca, y que llego  a amenazar muy seriamente a la propia ciudad de Granada. La revuelta tardó en ser sofocada, enquistándose en la abrupta región de la Alpujarra. Como en todo conflicto de este tipo resulta difícil distinguir entre revuelta social y bandolerismo. Frente a la intencionada confusión de reducir a un asunto de seguridad pública lo que podría tener un matiz más político o social, lo cierto es que seguramente algunas partidas practicarían el bandolerismo resistiendo de esta manera los asedios a los que se verían sometidos.


          En el siglo XVII anticipando la crisis que afectaría severamente al país, son abundantes las noticias de tono alarmante en muchas zonas del reino y especialmente en algunas no relacionadas con este problema anteriormente. Como por ejemplo en la  misma ciudad de Madrid, capital del reino y sede de la corte. Y por supuesto, en sus contornos donde se recogen un buen número de noticias que hablan de partidas bandoleras a las puertas prácticamente de la ciudad.

           Como las informaciones que sobre un tal "Gordillo de Méntrida" nos cuenta Jerónimo de Barrionuevo en sus "Avisos" de 1658. El Bandido,  acompañado de una enorme partida de hasta 100 hombres,  despierta la preocupación de sus coetáneos. Al parecer “entra y sale en Madrid sin ser conocido”. Se supone que tiene compinches dentro de la ciudad y se vale de “mozuelos que entran a servir en las casas obteniendo información sobre las propiedades de sus dueños..."

 ©  Santiago Martín Arribas