bandoleros del Guadarrama

bandoleros del Guadarrama

Juan Plaza. El bandido del El Espinar.

Vistas desde Cueva Valiente al Puerto de Guadarrama

         De entre todos los bandoleros serranos tal vez sea Juan Plaza el que resulta más difícil de investigar sobre su origen histórico o simplemente legendario. Lo cierto es que, salvo error u omisión, los antiguos precursores del guadarramismo no dicen nada al respecto. Sobre este asunto es curioso que Bernaldo de Quirós, atento siempre a estos asuntos y  al que se relaciona con zonas cercanas como Peguerinos, no hiciera, o eso creo yo, ninguna referencia a este personaje.  Ni una miserable cita. Por otra parte, buceando como es costumbre en la prensa histórica, tampoco hemos podido encontrar nada que podamos relacionar con un bandido o ladrón de nombre Juan Plaza. Curioso, por que como ya hemos visto en otros casos, como por ejemplo en el de Pablo Santos, suele suceder que a un personaje real se le atribuyen acciones que no le corresponden y que en muchas ocasiones sucedieron en momentos diferentes al de su existencia. De esta manera observamos o deducimos el trasiego entre realidad y leyenda. En otros casos las informaciones proceden de archivos históricos, de los almanaques de antiguos tribunales y  Juan Plaza parece no encontrarse tampoco.  En Internet tampoco son muchas las referencias, y las pocas que hay no aportan ninguna información adicional, aparte de la de  su propia existencia y su ubicuidad en la zona de El Espinar. No faltan, por cierto, los intentos de recrear  la vida del personaje y su época echando mano de la ficción lo cual en algunos casos nos ha parecido muy interesante e incluso brillante como la narración que se puede leer en el libro Caminos de El Espinar.

          En definitiva no sabemos mucho de este personaje y hasta se podría dudar de su existencia. Pero preferimos no hacerlo e incluso nos atrevemos a intuir que algo de realidad tuvo que haber. De su recuerdo, histórico o no,  nos queda y no todos los bandidos pueden presumir de ello, el nombre de un paraje serrano: concretamente el roquedo conocido como Peñón de Juan Plaza, situado en las cercanías de la cumbre de Cueva Valiente y que bien pudo servir de oteadero, ya fuera para realizar robos o simplemente para estar al tanto de quién le iba a buscar y con qué intenciones. En todo caso, insistimos, no son más que elucubraciones.  Es desde luego muy destacable  el hecho de que el lugar por donde supuestamente actuó el bandolero tenga un  marcado carácter estratégico en esto de las comunicaciones. Y es que  no a tiro de piedra,  pero si en cambio a vista de pájaro del citado Peñón de Juan Plaza,  el trasiego de viajeros siempre fue notable. Lógico por la existencia del camino que desde tiempo inmemorial cruzaba la sierra de Guadarrama en dirección a Galicia,  por los collados de Tablada o del Hornillo y  desde la construcción de la nueva carretera en el siglo XVIII por el conocido como Puerto del León o de Guadarrama. Desde luego son abundantes las informaciones que nos hablan de la peligrosidad que tuvo en algunos momentos este camino, como cualquier otro, por la acción de los bandidos. Así algunas informaciones citan a personajes ya mencionados en este blog como Chorra al Aire u otros anónimos. En este sentido tenemos que recordar a un viajero inglés,  el vendedor de biblias George Borrow, quien  en su libro “Los gitanos en España” nos habla de una gitana conocida como La Tuerta que según ella mismo contaba, alguna vez había atracado a más de 20 (¡¡¡???) segadores gallegos  al mismo tiempo (eso si, recalcaba ella , armada con un rifle y vestida de hombre).



Zona de Pinares Llanos


            Como hemos dicho en la prensa histórica algunas noticias nos relatan robos por esta zona. Por ejemplo podemos leer en la La correspondencia de España, edición del 21 de mayo de 1860, la noticia en la que  se nos relata la detención de un vecino de El Espinar, un tal Luis Fernández,  acusado de haber robado cien duros (no sabemos si esto era mucho o poco dinero) al maragato Pedro Toral quien, según detalla la noticia, venía en dirección a la Corte. Los maragatos, puntualizamos, eran, al igual que los segadores gallegos, habituales de este camino, como practicantes del oficio de la arriería.

 
         Y tampoco podemos dejar de citar un artículo publicado en una  incipiente revista Peñalara acerca de la cueva (oquedad de unos 25 metros de fondo convenientemente escondida y relativamente  difícil de encontrar)  de Cueva Valiente en el que se puede leer los siguiente  “Se cuenta de ella alguna relación de aprovechamiento por bandidos, proscritos y , en general, gentes huídas y perseguidas por cualquier causa. Un antiguo guarda de Pinares Llanos nos aseguraba haber hallado, más de una vez, excrementos de caballo en el interior de la cueva. Otro, la relacionaba con el llamado “Rancho de los Contrabandistas” ruinas perdidas que se ven en el Pinar de Peguerinos, por encima de la Fuente del Rodeo de Arriba."


© Santiago Martín Arribas