bandoleros del Guadarrama

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El Tuerto Pírón. Su definitiva detención. Primera Parte

Valle del Lozoya. Uno de los lugares favoritos del Tuerto

             Una de las características de este blog es el desorden, ya que el que lo escribe y publica, oseasé un servidor, no mantiene un orden estricto o cronológico. Quizás esto se deba, además de a cierta incompetencia, a que mi idea, ha sido primeramente traer aquí, a este espacio cibernético cedido por Google, las informaciones y hechos más conocidos, (eso si,  en muchos casos reinterpretados y ampliados con nuevos datos, especialmente aportados por la prensa histórica) sobre este asunto del bandolerismo guadarrameño con la intención de sentar unas pequeñas bases. Una vez hecho esto (26 entradas)  va siendo tiempo de introducir otro tipo de historias o informaciones quizás menos conocidas e indagar un poco más sobre algunos asuntos de los que hasta ahora hemos tratado.
          
            Eso si, empezamos esta nueva etapa con la misma filosofía: Cierto desorden.  En este caso vamos a adentrarnos un poco más en la figura del Tuerto Pirón, sin duda el bandolero por excelencia del Guadarrama.  Figura, por cierto,  histórica y legendaria a partes iguales. Al Tuerto ya le dedicábamos una entrada en este blog a modo de introducción al personaje. Poco a poco iremos añadiendo más informaciones, algunas ya conocidas y otras inéditas. Eso si vamos a empezar la casa por el tejado. Esto es, en esta entrada (y la siguiente) nos vamos a ocupar de lo que fue su definitiva detención. Podríamos haber hablado de sus primeros años, tal vez de sus compinches, o de sus lugares preferidos para el escondite. También de sus supuestos actos de generosidad y de crueldad. O de la mitificación de su figura. De todo ello realmente el material está preparado, pero quizás la noticia recogida en la prensa de Madrid (inédita hasta ahora) de lo que yo creo que fue su definitiva detención,  me resultó muy curiosa y su lectura completa, si lo hacemos  con detenimiento, soluciona buena parte del rompecabezas histórico que suponen sus últimas andanzas. En fin, sigamos...

Vistas sobre el valle de Valsaín. Este lugar tampoco era desconocido para el Tuerto

         Pongámonos en situación:

         Año 1882, el Tuerto Pirón es un bandolero bien conocido. No nos atrevemos a decir que es una celebridad por que nos pasaríamos tres pueblos, pero lo cierto es que el bandido segoviano no solo es conocido y temido en su patria chica, en las pequeñas localidades vecinas a su Santo Domingo de Pirón, como Losana, Brieva, Adrada o Tenzuela, donde se iniciaría en la reprobable actividad del chorizeo y la extorsión, si no que su fama habría cruzado la sierra, siendo bien conocido (y temido) al otro lado de Malagosto, en las poblaciones del Valle del Lozoya y otras serranas como Colmenar Viejo. Tampoco desconocido debía de resultar su llamativo nombre a muchos madrileños, pese a que en la capital no se le atribuyera delito alguno, al menos a los aficionados a leer la prensa ya que las noticias de sus correrías habían aparecido publicadas en los anteriores años. Los delitos, detenciones y huidas del Tuerto aparecían detalladas en los periódicos de Madrid al igual que lo eran las persecuciones de algunos de los más famosos bandidos del país. Estamos en la edad de oro del Bandolerismo (todo el siglo XIX lo es) y este asunto se  considera todo un problema nacional. Los bandoleros no es que estén de moda, es que abundan.  Por lo tanto las noticias sobre sus robos y huidas, quizás habían calado en los lectores de la capital a los que les llamaría la atención que la localización de estas informaciones no fuera en remotas y solitarias sierras andaluzas, si no en la cercana sierra de Guadarrama. En mayor o menor medida se trataba de un personaje conocido. Insistimos, el Tuerto no era un Candelas (fallecido ya hace unos cuantos años) pero bien podemos decir que tenía su espacio.


           Es justamente en 1882 cuando creemos, según la información que manejamos,  que tiene lugar  su definitiva detención. Aquella que, salvo un brevísimo y fracasado intento de fuga,  hará que el Tuerto no vuelva a tener la oportunidad de recorrer páramos, bosques y montañas. Esta vez no tendrá la suerte que tuvo en  otras ocasiones, cuando tras otras capturas consiguió escaparse de las que debían  de ser una cárceles con pocas (y malas) medidas de seguridad. Los autores que se han acercado a su figura presentan teorías sobre la que fue su definitiva detención. Por ejemplo  Antonio Suárez Guillén periodista y pionero en la investigación sobre el bandolero, en el Heraldo de Madrid del 4 de octubre de 1930, situaba la definitiva detención del Tuerto en la localidad serrana de Miraflores de la Sierra. Aunque no podemos negar que fuera alguna vez detenido allí, bajo la imponente presencia de la Najarra,  lo cierto es que no fue esa ocasión la definitiva. Curiosamente y damos alguna pista (no sabemos en que sentido), Suarez Guillén pensaba que la ciudad de Madrid no fue lugar favorito del bandido serrano.

          Por su parte Hernández Girbal en sus "Bandidos célebres españoles", concretamente en su segundo tomo, nos cuenta al respecto lo siguiente:

"en el mes de noviembre de 1881 es detenido, unos dicen que en cierta taberna de la glorieta de Quevedo, de Madrid, y otros que en el campo, víctima de una traición. Esto último lo creemos más verosímil"



           Y finalmente Tomas Calleja en sus (muy buenos) "Romances  de el  Tuerto Pirón" igualmente supone la localidad de Miraflores  como lugar en el que se produjo esta definitiva detención del hasta ese momento huidizo bandolero.

         Ahora nos tocaría ver lo que hemos encontrado en la prensa de la época. Pero esto será en la siguiente entrega. Ya hemos tenido bastante por hoy.



© Santiago Martín Arribas